viernes, 28 de febrero de 2014

2014, ¿el año de los horarios?

La misma semana en la que la Comisión Europea (CE) exigía a España que cumpliera la normativa sobre tiempo de trabajo de los médicos, la Comisión para la Racionalización de los Horarios Españoles (ARHOE), celebraba su primer pleno del año 2014.

Sin quererlo, esta coincidencia  parece que acerca más la iniciativa del presidente de ARHOE, Ignacio Buqueras, de que el 2014 sea por fin, el año de los horarios. La salud física y psíquica de los ciudadanos, muchos de ellos, profesionales, dentro de estos, los sanitarios, está en juego, como recordaba a la apertura de dicho pleno el Secretario de Estado de la Seguridad Social.

En Europa, hace tiempo que el tiempo (valga la redundancia) no es una cuestión baladí. Se controla, se requiere, se recomienda e incluso su incumplimiento, como en este caso que nos ocupa, se recrimina. Y así, la CE insta a España a respetar los derechos de los médicos forenses en lo que concierne al horario de trabajo máximo y los períodos mínimos de descanso y le da un plazo de dos meses para informar a la Comisión de las medidas adoptadas para adaptar la legislación nacional a la europea en estos aspectos.

El órdago está lanzado y España no tiene otra opción que aceptarlo. Por el bien de sus profesionales, de sus médicos y sobre todo, por el de sus pacientes y en definitiva, de sus ciudadanos.

miércoles, 26 de febrero de 2014

Hacia una innovación abierta en las profesiones

Asegura Antonio Lafuente en la última revista Profesiones que la innovación social es un concepto más importante que la innovación tecnológica, a pesar de la fiebre por esta última, pues es aquella que nos ha de empujar a "pensar y desarrollar distintas formas de gobernanza más abiertas, transparentes, hospitalarias, confiables, democráticas y recursivas". Algo parecido apuntan desde el último Perspectivas Wellcomm: Anuncian "Inspiración, innovación y cambio" para este 2014 en el que ya estamos sumergidos; en este informe encontraremos una brújula para la innovación, sobre todo, en lo que a comunicación se refiere.

Pero ampliemos el campo de batalla. Siguiendo con lo planteado por Lafuente, las organizaciones profesionales deberían centrarse en comprender que "las lógicas de la libre elección deben ser reemplazadas por las del cuidado"; por las del bien común, que diría el economista Christian Fellber. La innovación, en este contexto, pasa por la comunidad, por la interrelación entre las partes y por ese sentido de pertenencia que solo puede extraerse de compartir los distintos puntos de vista. Y para eso hacen falta herramientas.

En este primer número del 2014, que ya puede leerse y compartirse en Internet, se incide en la necesidad de abrirse a conceptos como el crowdfunding o las licencias Creative Commons (CC); se insiste en abordar temas como la Ciencia desde una perspectiva de género, y se analiza en una nueva serie (Profesiones en el Futuro) cómo lo tecnológico está transformando las profesiones ¿O es al revés? Pues volvemos a la retroalimentación de lo social y lo tecnológico.

Decía Peter Burke en su ensayo De Gutenberg a Internet que el cambio social precede al tecnológico. No obstante, es el acceso democratizado a esa tecnología lo que hace que las redes sean más densas y horizontales; más fuertes. Es por esto que celebramos las ediciones de revistas del sector especializadas en las Nuevas Tecnologías, como la última edición de la revista RASI, del Consejo de Economistas, y cerramos este artículo con una cita formulada durante la celebración del décimo aniversario de la revista del Colegio de Registradores sobre Derecho y Nuevas Tecnologías por el coordinador de la obra, Javier Plaza: "las nuevas tecnologías son una realidad; nos acompañan desde hace un tiempo y parece que son siempre nuevas, pero eso se debe a que están cambiando constantemente". Por lo que hay que estar alerta, estimulando un clima de constante formación, innovación abierta mediante.


martes, 11 de febrero de 2014

Inculcando valores desde la escuela


Como socios de la Red Española del Pacto Mundial, Unión Profesional participaba el pasado viernes, 7 de febrero, en una de esas iniciativas que merecen la pena vivir por cuanto te abstraen de la rutina y te acercan a la realidad, en este caso, de unos adolescentes de Bachillerato. Gracias al Programa Inicia-2, tuvimos la oportunidad de charlar con los alumnos de 1º de Bachillerato del colegio Arcángel Rafael (en Madrid) sobre la gestión ética y responsable de las organizaciones y poner así nuestro pequeño granito de arena en la educación de los que serán los futuros directivos de nuestras organizaciones.

Lejos de realizar una ponencia de lo que es la RSC o los Principios del Pacto, las sesiones, diseñadas y gestionadas por la Fundación Rafael del Pino, están concebidas para generar debate a raíz de situaciones concretas. De esta manera, son los propios alumnos los que van planteando las posibles soluciones al caso expuesto y cuestionándose al mismo tiempo sus propias decisiones. Os sorprenderían gratamente los argumentos aportados por chicos y chicas de apenas 16 años... Dado que de lo que se trataba era de transmitirles la importancia de actuar de acuerdo a unos principios de sostenibilidad (defendidos por el Pacto Mundial), cada debate finalizaba conociendo cómo se resolvía el caso, por supuesto, teniendo en cuenta esos valores.

Si queremos que las cosas se hagan de otra manera y, en definitiva, construir un mundo mejor, no se puede empezar «la casa por el tejado» (como decía la famosa canción). Debemos comenzar por las escuelas, acercando a los chavales que existen diferentes formas de hacer las cosas y no todas toman como referencia únicamente el beneficio económico. Además de matemáticas, lengua o inglés, los chicos y chicas deben ser educados en valores. De hecho así se contempla, como avanzaba el otro día Miguel Ángel García, director general del Trabajo Autónomo, de la Economía Social y de la Responsabilidad Social de las Empresas del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, en la Estrategia Nacional de RSE, todavía en fase de borrador, que plantea introducir este aspecto en el ámbito académico (colegios, universidades…) para trasladar que «hay otra forma de organizar las empresas y la sociedad». Esperemos que, poco a poco, el mensaje vaya calando.