En la mayoría de las ocasiones, el hecho de que haya "Días" dedicados a determinadas cuestiones hace que prestemos especial atención, al menos esas 24 horas, a los asuntos "homenajeados", lo que en un mundo caracterizado por la inmediatez y la infoxicación no está nada mal. Así fue el caso hace poco del Día Mundial del Agua o del Día Mundial de las Enfermedades Raras.
El pasado 23 de abril fue el turno del Libro, ese objeto que nos permite viajar, soñar y sentir a través de las palabras. Pero también nos permite aprender, seguir cultivando nuestro conocimiento en aquellos asuntos que más nos interesan. Aunque mi recomendación no cubra esa vertiente emotiva (y, a la vez, personal) sí que pretendo que sea lo más pragmática posible, sobre todo, para aquellos que tienen interés por los temas de comunicación y la RSC. En este sentido, me gustaría mencionar un libro publicado recientemente sobre 'La gestión de la comunicación en el Tercer Sector', donde la autora (Montserrat Balas), además de hacer una radiografía del Tercer Sector, profundiza en la imagen que este proyecta y en cómo se comunican con sus públicos de interés las organizaciones que lo integran, que más allá de las ONGs, agrupa a asociaciones, fundaciones, cooperativas, sociedades laborales o mutualidades.
Por otro lado, la consultora Wellcomm lanzaba en el mes de enero su esperado 'Perspectivas de la comunicación', documento de descarga gratuita donde 46 reconocidos profesionales del mundo de la comunicación, el periodismo y la web social dan su visión sobre las principales tendencias que están marcando este año del que ya llevamos casi cinco meses.
Pero, además, hace una semana, con motivo de la celebración del Día del Libro, la Escuela de Organización Industrial compartía con sus seguidores de twitter (@eoi) el informe 'Nueva Economía 20+20: Economía de la Confianza' y la Fundación Corresponsables nos regalaba la edición online de la 'Guía de los II Premios Corresponsables'. Ambas publicaciones reúnen en sus páginas ejemplos prácticos de modelos de gestión (en el primer caso) y de iniciativas responsables (en el segundo) que nos permiten seguir aprendiendo aunque, en este caso, es de las experiencias y buenas prácticas de otras entidades, lo que enriquece aún más ese aprendizaje.
Como decía Benjamin Britten, «aprender es como remar contra corriente: en cuanto se deja, se retrocede».
Imagen extraida de la página web de la UNESCO