Una de las acepciones que propone la Real Academia de la Lengua (RAE) sobre el adjetivo de 'transparente' es: «claro, evidente, que se comprende sin duda ni ambigüedad». El ganador del primer certamen de la Transparencia, organizado por el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno (CTBG), un niño de 8 años, describía esta como el hecho de «decir la verdad hasta el final y que nadie pueda llamarte mentiroso».
La mezcla de ambas afirmaciones sirven para definir el objetivo que se pretende desde las profesiones colegiadas, más evidente con la reciente firma del convenio de Unión Profesional (UP) y el CTBG. Ambas instituciones se comprometen, entre otras cuestiones, a elaborar una guía en la que se muestren de manera clara, evidente, sin dudas ni ambigüedades las obligaciones que poseen las corporaciones colegiales, según la Ley de Transparencia, aprobada en el 2013.
.@ConsejoTBG y Unión Profesional lanzarán una guía por la transparencia https://t.co/z3LlVslza4 #convenio pic.twitter.com/1EF28Cn6Te— Unión Profesional (@UProfesional) 25 de mayo de 2016
Pero es que además, UP ha decidido participar en la consulta pública de la Comisión Europea sobre los registros de transparencia, siguiendo una de las prioridades establecidas por el presidente Juncker. Las respuestas servirán a la CE para recoger contribuciones y así diseñar el futuro régimen de registro de carácter obligatorio. Al mismo tiempo, valorar y evaluar los aspectos que funcionan hasta el momento.
Estas son solamente dos pinceladas de lo trabajado en los últimos tiempos desde las profesiones colegiadas a favor de la transparencia en sus corporaciones. De esta manera, coinciden plenamente con Diego, aquel niño premiado, para quien ser transparente supone decir la verdad hasta el final.
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