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En su web,
Alex Rovira recoge un pensamiento sobre la acción de
liderar: 'No es tarea fácil
dirigir a hombres;
empujarlos, en cambio, es muy sencillo. Por nueve que empujan, uno que dirije.' Porque, tal y como especifica el artículo de
Negocio del pasado 26 de julio sobre Metaliderazgo, «se lideran personas y no cosas, a las cosas se las gestiona, todo lo que no sea liderar personas no es liderazgo». El líder no siempre gana, pero sabe perder, y no suele pasar nada, simplemente vuelve a levantarse y lo intenta de nuevo, lo que mejor sabe hacer es «alimentar su pasión». En el
metaliderazgo, la persona es el fin y no el medio, es una misión personal y consiste principalmente en «elegir y elegir bien». Es como dice el gurú
Santiago Ávila, «conseguir llevar a la gente al máximo de sus potencialidades». Y en este punto, volvemos a
Rovira y a la diferencia establecida entre la idea de
dirigir y la de
empujar, la que yo creo que se encuentra en una sola palabra: liderar.
Remedios Torrijos y
José María Gasalla lo
desgranan a la perfección en el programa que
Escuela de Gestión y Liderazgo dedicó a este tema. Pinchen y vean.
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