Tengo la percepción de que en los últimos meses intelectuales de distintas ramas y ámbitos de la sociedad civil están uniendo más que nunca sus fuerzas (léase sus conocimientos y experiencias) con el ánimo de aportar ideas para resolver la crisis que padecemos en este país.
Los últimos (al menos que yo tenga conocimiento) han sido un conjunto de economistas académicos e investigadores de distintas universidades que han lanzado su particular propuesta para la reactivación laboral de España con el fin de, como ellos mismos afirman, «contribuir al debate sobre la necesidad de una reactivación laboral en España, desde una perspectiva rigurosa e independiente, mediante argumentos sólidamente respaldados en la investigación económica». Sus autores proponen la creación de un nuevo modelo productivo que, como ponen de manifiesto, requiere un sistema de ciencia y tecnología más orientado a la innovación y un sector educativo que proporcione trabajadores más cualificados, entre otros aspectos.
Los últimos (al menos que yo tenga conocimiento) han sido un conjunto de economistas académicos e investigadores de distintas universidades que han lanzado su particular propuesta para la reactivación laboral de España con el fin de, como ellos mismos afirman, «contribuir al debate sobre la necesidad de una reactivación laboral en España, desde una perspectiva rigurosa e independiente, mediante argumentos sólidamente respaldados en la investigación económica». Sus autores proponen la creación de un nuevo modelo productivo que, como ponen de manifiesto, requiere un sistema de ciencia y tecnología más orientado a la innovación y un sector educativo que proporcione trabajadores más cualificados, entre otros aspectos.
Dicha propuesta cuenta ya con más de 100 economistas e investigadores adheridos tanto de nuestro país como de Estados Unidos y Reino Unido. Y digo yo: qué mejor que los que más saben para aportar este tipo de iniciativas tan enfocadas a la realidad y que recogen soluciones realmente interesantes a la situación que vivimos. Eso sí, otra cosa es que sean tomadas como tal por quienes deberían ser tomadas. Pero, por lo menos, ahí están que no es poco. Valga desde aquí nuestro reconocimiento.