La deontología profesional ha trascendido los muros de las profesiones para ser debatida y analizada en las universidades (tanto en la de Alcalá de Henares como en Alicante se han celebrado encuentros entre docentes, estudiantes y representantes de colegios profesionales) e, incluso, en las redes sociales, a través de campañas de comunicación como la lanzada por la Organización Médica Colegial (OMC) a principios de año con el ánimo de difundir su nuevo Código Deontológico que, precisamente, ahora cumple su primer año de vigencia, como bien explica el presidente de la OMC, Juan José Rodríguez Sendín, en www.medicosypacientes.com.
Pero los médicos no son la única profesión que están de estreno −en lo que a código deontológico se refiere− sino que los Dentistas también aprobaron la actualización del que rige su profesión a mediados del pasado junio, incorporando como novedad principal el hecho de que los ciudadanos puedan presentar en cualquier colegio oficial sus dudas, reclamaciones o litigios relacionados con el ejercicio profesional odontológico para que los colegios profesionales actúen como mediadores, adaptándose así al Real Decreto Ley 5/2012 de 5 de marzo de mediación en asuntos civiles y mercantiles.
También en el mes de junio, el Consejo de Trabajo Social acogía un nuevo código deontológico de la profesión tras tres años de intenso trabajo de la Comisión de Expertos formada para llevar a cabo la adaptación de las normas deontológicas a las nuevas realidades sociales, a los nuevos usos de las tecnologías de la información y la comunicación y a las nuevas circunstancias legislativas del siglo XXI, tal y como figura en su nuevo texto.
Si la sociedad evoluciona, la profesión también debe hacerlo, y prueba de ello es esta adaptación de las normas emprendida desde las profesiones para guiar el ejercicio de sus profesionales ante los retos actuales con el claro objetivo de continuar garantizando a la ciudadanía unos servicios de calidad, lo que al tratarse de nuestra salud, la gestión de nuestros bienes o nuestra propia seguridad o integridad física, resulta fundamental.
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