Más de 5000 grupos de interés en un año. Es la asombrosa suma (in crescendo) que ha alcanzado el Registro de Transparencia Común de la Unión Europea desde que celebramos su nacimiento, el 23 de junio del año 2011. Ya antes hubo otros Registros de Transparencia a nivel comunitario, pero este viene marcando importantes diferencias que, de momento, nos hacen augurarle un éxito del que sus predecesores no pudieron disfrutar. Y no lo dicen solo las cifras, sino que también lo corroboran las actuaciones que desde las instituciones europeas se están emprendiendo para su consolidación.
La última, la consulta pública que lanzaban al principio del verano con el objetivo de recoger datos para la preparación de un informe anual en el que se analice su evolución. Se trata de una labor de retroalimentación, de colaboración, de seguimiento... de continua revisión que muchos consideramos esencial para garantizar el buen funcionamiento de cualquier herramienta. Este Registro es una apuesta por las políticas de transparencia inherentes a una sociedad abierta y responsable que prefiere adelantarse en el ejercicio de sus responsabilidades y comprende la importancia de la publicidad entendida a la Bentham: hacer público aquello que hacemos/somos como garantía para el ciudadano.
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