miércoles, 23 de abril de 2014

Para enfrentar la crisis, te invitamos a leer...

 

Qué es un libro y qué es cultura. O, mejor dicho, para qué sirve la cultura. En Unión Profesional hemos preguntado al equipo sobre la crisis; la crisis y cómo hacerle frente con un libro entre las manos. Raquel Cuesta inaugura este listado de posibilidades y nos recomienda La vieja sirena, de José Luis Sampedro, "un relato ambientado en la Alejandría del siglo III, con un Egipto en decadencia dentro de un Imperio Romano también en declive (crisis, crisis, crisis…)". Ficción más real que lo real, donde "los personajes se desenvuelven en torno al poder y el amor, dos temas que siempre acompañan al ser humano". Eugenio Sánchez se decanta por dos ensayos económicos donde naturaleza y cultura entran en ligera colisión, o debate: La economía del bien común, de Christian Felber, y La biología de la toma de riesgos, firmado por John Coates. En Carlyle no tenía razón podéis encontrar reseñas de ambos títulos.

Dolores Martín Villalba vuelve a la ficción y nos trae su última lectura, Misión Olvido, de Maria Dueñas. Nos dice que le recuerda a El tiempo entre costuras y lo recomienda para paliar la crisis por lo siguiente: 
"La historia parte de la crisis personal y matrimonial de la protagonista. Sin anestesia le es arrebatada la estabilidad, confianza y seguridad marital a la que había entregado tantos años de su vida. Sin embargo, no se queda a observar. Sin tiempo aún para digerir su situación, se aleja de aquello que la bloquea para emprender una huída sin rumbo pero con un claro objetivo: olvidar. Y es que en situaciones de crisis, aunque cueste, resulta fundamental no parar de caminar nunca, quizá sin meta fija, pero evitar estancarse porque uno nunca sabe las sorpresas que nos depara la vida ni hacia dónde pueden dirigirnos nuestros pasos". 

Esther Plaza Alba nos trae La libertad primera y última, de Jiddu Krishnamurti. De esta obra nos comenta a continuación:
Mucho antes de que la crisis que estamos viviendo se percibiera en el horizonte, allá por la mitad de los cincuenta, el sabio hindú Jiddu Krishnamurti, publicó La libertad primera y última. El autor, que alegó durante toda su vida (1895-1986) no tener nacionalidad, ni pertenecer a ninguna religión, clase social, o pensamiento filosófico, expone la necesidad de conocerse uno mismo desde la quietud de la mente, lejos de prejuicios y comprensiones impuestas. Un vaciado imprescindible para hacer real de una vez por todas la relación con los demás y experimentar por fin la tan anhelada transformación individual, y por ende, también social. Tras el prólogo firmado por Aldous Huxley, la obra se compone de ventiún capítulos que comienzan con una pregunta: ¿qué es lo que buscamos? y acaban con una reflexión sobre el poder y la comprensión. Después, 38 (auto)preguntas y sus 38 (auto)respuestas, entre las que destaca la que se refiere a la crisis actual. Como si de una premonición se tratara, el término actual prevalece más allá de aquellos maravillosos años 50 para ser aplicado en cualquiera de las crisis que quedaban por llegar, cualquiera cuyo fin último sea "crear un mundo nuevo".

Elena Córdoba plantea la crisis desde el punto de vista del cambio, de la renovación. "No saldremos de la crisis si no asumimos previamente que las cosas nunca volverán a ser como antes. No podremos hacer frente a las nuevas circunstancias si no aceptamos que debemos cambiar a nivel tanto individual como social. Por eso me aventuro a recomendar el libro Cambia el Chip: cómo afrontar cambios que parecen imposibles, de los hermanos Chip y Dan Heath. La obra propone atender a tres factores considerados esenciales para gestionar con efectividad un cambio: la vertiente emocional, simbolizada como un elefante; la vertiente racional, representada como su jinete, y el camino que ambos deben recorrer juntos para alcanzar sus objetivos. Durante este trayecto, jinete y elefante deben compensar sus fortalezas y debilidades a fin de ser capaces de hallar el equilibrio que les conducirá al éxito. Los hermanos Heath nos enseñan en este libro a dirigir al jinete, motivar al elefante y allanar el camino a fin de conjugar adecuadamente los ingredientes necesarios para cocinar un cambio: planificación, dirección, energía y motivación".

Carolina López  nos recuerda que la historia es de los héroes (cotidianos), tal y como le gusta decir a Pilar Jericó, "personas que lejos de llevar vidas fáciles se enfrentan a realidades dispares en busca de sueños, en ocasiones irrealizables pero, en definitiva, sueños". Para este Día del Libro cómo no apelar al poder de los héroes del día a día, aquellos que, en contraste con las historias de (super)héroes con las que hemos crecido, dice Carolina, "también se erigen constantemente intensos relatos de personas comunes que, especialmente en tiempos de dificultades económicas, sociales, personales, empresariales, institucionales y (desgraciadamente) un largo etcétera, logran llevar a cabo sus sueños (o al menos continuar la senda para conseguirlos), comprometerse con lo que hacen (o quieren hacer) o poner en marcha proyectos especialmente destinados a otros "héroes", como los recogidos en el libro Las marcas buenas venden más, de José María Batalla. Tanto como colaboradores dentro y fuera de organizaciones, en lo que Nuria Vilanova denomina "la era del micropoder", como empresarios, como emprendedores o simplemente como ciudadanos, todos somos (o podemos ser) héroes. Soñar es gratis pero... ¡cuidado! porque, como ha afirmado el actor Javier Cámara, "a veces los sueños se cumplen y hay que cumplir".

Cierro con el fin del mundo este paseo de recomendaciones, o qué hacer cuando todo cambie. Después del fin del mundo, del filósofo francés Michael Foessel, nos recuerda que debemos construir mitos, creencias, modelos sobre lo posible. Según él, esta idea de posibilidad pasar por conectar; por ser conscientes del entorno, de nuestros desmanes, y actuar en consecuencia. En esta selección queríamos hablar también de enfrentar la crisis, cualquier crisis, de ahi que rescate otro ensayo de la mesilla de noche La agonía del Eros, del coreano afincado en Alemania, Byung-Chul Han. En este libro se afirman cosas muy bellas; rescato la siguiente como cierre: “Es necesario haber sido un amigo, un amante, para poder pensar. Sin Eros, el pensamiento pierde toda vitalidad, toda inquietud, y se hace represivo y reactivo”. Así pues, qué mejor deseo para este Día del Libro que hacer todo lo posible para querer, para pensar, futuros posibles.

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