martes, 25 de noviembre de 2008

Los tiempos «densos» del será

Estoy en uno de esos estados alterados tras una inmersión en el será. No diría que a pulmón, porque sería llevar la metáfora muy lejos y solo pretendo compartir mi alteración. Solo eso. El domingo leí sin procesar el artículo de Vallespín sobre la neomodernidad. Él nos daba la bienvenida a esta época y yo pedía una tregua hasta instalarme en el lunes, que siempre me ofrece más objetividad (y/o crudeza) para discernir. Es una mentira, lo sé, pero era mi coartada de domingo. La cuestión es que al llegar el lunes lo primero que me preguntaron fue si había leído el artículo… Claro, ¿qué podía esperar de un texto que afirma que «valores como solidaridad, igualdad, autoridad, esfuerzo, responsabilidad, cotizarán alza»? Pues que aterrizara en mi rutina colegial... El defecto profesional es lo que tiene,…, que es reiterativo y constante. Y en UP, en clave de obsesión, terminamos derivándolo todo a lo mismo: el modelo colegial. Y es que los colegios profesionales no encajan bien en la postmodernidad. Fueron de la modernidad; ni siquiera de la Edad Media (origen cronológico). Por eso, transitar a la post post modernidad, de alguna manera, nos da la razón aunque sea a golpe de zarpazo crediticio y financiero. Vallespín dice más. «Los clásicos valores densos de nuestra herencia moderna postergarán a los más ligeros –líquidos, en la jerga Bauman-, del «todo vale», la gratificación inmediata, el hiperconsumo, la autorrealización individual»… Yo suelo estar más cerca de pensar que la memoria es muy corta y que se nos olvidarán la crisis y sus lecciones, pero he tenido que esperar al martes para digerir un artículo del domingo y no motu proprio sino por una inmersión (con bombona) en el será que al final he decidido no compartir y solo enlazar.

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