Internet nunca olvida. Lo vimos en un reportaje en la revista Profesiones en el que se trató el difícilmente aplicable derecho al olvido en la Red. Pero es que además, Internet nunca duerme. Lo dice Alejandro Touriño, abogado experto en Derecho en Internet, autor del libro ‘El derecho al olvido y a la intimidad en Internet’, de la editorial Catarata. Tanto este experto como su prologuista, el periodista experto en redes, Mario Tascón, parten de observar el mundo digital como la evolución del entorno de toda la vida. De ahí, que sea posible aplicar la misma justicia.
Análisis por partes
Touriño repasa los distintos derechos que deben vigilarse, como en la vida real, en el entorno digital. Leáse, el derecho al honor, a la intimidad, a la propia imagen y por qué no, también al olvido. El autor recorre, valiéndose de ejemplos actuales, la aplicación de la justicia si existiese la vulneración de alguno de estos derechos a través del uso de Internet, teniendo en cuenta que «cuanto más datos tenga de nosotros una red social, más interesante y rica será para el resto de usuarios y también quienes pretendan promocionarse en ella».
El manejo de las cookies -tan de moda después de que la comisaria europea de Justicia, Derechos Fundamentales y Ciudadanía, Viviane Reding, haya impulsado en el ámbito europeo una normativa para garantizar la privacidad de los ciudadanos en la Red- ocupa uno de los capítulos de este libro, no sin olvidarse de recomendarnos la Guía sobre el uso de estas peculiares ‘rastreadoras’.
Tras el repaso del derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen, tocando el tema de la tan temida ‘suplantación de identidades’ el turno es para la propiedad intelectual y la cada vez más famosa: Creative Commons.
Finalmente, la gran desconocida: la reputación online. Nuevamente, como en la vida al uso, bastaría con cinco minutos bien aprovechados para arruinarla para siempre. Por esto, la importancia de cuidar la imagen digital que decidimos porque, por encima de todo, «el único responsable de crear una identidad digital sólida es uno mismo».
Una Carta para garantizar la Web
Con todo, a día de hoy, no existe en España una «jurisprudencia pacífica en torno a la responsabilidad de usuarios y operadores en la Red», aunque, como continúa diciendo Touriño en su libro, el camino empieza a disiparse. En este sentido, ya hay quién solicita una Carta Universal de los Derechos en Internet. Y precisamente no es un novato quien lo postula, sino todo lo contrario: Tim Bernes-Lee, el mismísimo padre de la Web. Qué mejor cierre que hacer caso de la recomendación que un padre le hace al más querido, por tod@s, de sus hijos y así hacer posible su próximo reto: la Web que queremos.
Análisis por partes
Touriño repasa los distintos derechos que deben vigilarse, como en la vida real, en el entorno digital. Leáse, el derecho al honor, a la intimidad, a la propia imagen y por qué no, también al olvido. El autor recorre, valiéndose de ejemplos actuales, la aplicación de la justicia si existiese la vulneración de alguno de estos derechos a través del uso de Internet, teniendo en cuenta que «cuanto más datos tenga de nosotros una red social, más interesante y rica será para el resto de usuarios y también quienes pretendan promocionarse en ella».
El manejo de las cookies -tan de moda después de que la comisaria europea de Justicia, Derechos Fundamentales y Ciudadanía, Viviane Reding, haya impulsado en el ámbito europeo una normativa para garantizar la privacidad de los ciudadanos en la Red- ocupa uno de los capítulos de este libro, no sin olvidarse de recomendarnos la Guía sobre el uso de estas peculiares ‘rastreadoras’.
Tras el repaso del derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen, tocando el tema de la tan temida ‘suplantación de identidades’ el turno es para la propiedad intelectual y la cada vez más famosa: Creative Commons.
Finalmente, la gran desconocida: la reputación online. Nuevamente, como en la vida al uso, bastaría con cinco minutos bien aprovechados para arruinarla para siempre. Por esto, la importancia de cuidar la imagen digital que decidimos porque, por encima de todo, «el único responsable de crear una identidad digital sólida es uno mismo».
Una Carta para garantizar la Web
Con todo, a día de hoy, no existe en España una «jurisprudencia pacífica en torno a la responsabilidad de usuarios y operadores en la Red», aunque, como continúa diciendo Touriño en su libro, el camino empieza a disiparse. En este sentido, ya hay quién solicita una Carta Universal de los Derechos en Internet. Y precisamente no es un novato quien lo postula, sino todo lo contrario: Tim Bernes-Lee, el mismísimo padre de la Web. Qué mejor cierre que hacer caso de la recomendación que un padre le hace al más querido, por tod@s, de sus hijos y así hacer posible su próximo reto: la Web que queremos.
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