Parece que el concepto «fuga de cerebros» se va a quedar tan solo para designar una de las películas españolas de este año y no tanto para referirnos a un fenómeno que padecemos en nuestro país en relación con los jóvenes investigadores. Y digo esto por las declaraciones realizadas el pasado 16 de septiembre por la ministra de Ciencia, Cristina Garmendia, quien destacó durante su intervención en el Congreso la capacidad que poseen las instituciones científicas españolas para atraer y retener talento. Tanto que, como dijo la ministra, España es el cuarto país europeo en atracción de jóvenes investigadores. Y eso sin haber aprobado la Ley de Ciencia ni haber establecido unas condiciones laborales «decentes» para los investigadores…
Alegra saber que nuestro país no está también a la cola en este ámbito sino todo lo contrario: España genera el 3% de la ciencia mundial a través de sus cerebritos, lo que le sitúa como novena potencia científica mundial. Y todo ello, repito, sin una normativa que permita a nuestros investigadores salir de la precariedad laboral en la que se hallan desde hace ya unos cuantos años. Digo yo que ya va siendo hora de reconocer su trabajo ¿no creen?
No hay comentarios:
Publicar un comentario