martes, 15 de junio de 2010
¿Qué se nos está escapando?
Vientos de cambio en el entorno de los medios de comunicación. Las nuevas tecnologías -ese cajón de-sastre donde todo es nuevo y tecnológico, pero en el largo plazo, ad eternum- lejos de ser las salvadoras de la prensa, parecen estar concentrando esta tormenta perfecta que tiene desorientado a todo el mundo. Ante el chaparrón, el estímulo está en el experimento, pero sin dejar de lado la tradición. Lo dijo Fernando González-Urbaneja en la jornada de la APD titulada Mass Media: concentraciones y competencia ante un mundo multimedia. El cambio tecnológico -Internet- que democratizó el mercado de la información, irónicamente, acentuó el poder de marca del periodista, su credibilidad, comentó el presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid. «El futuro del periodismo está en su pasado» matizó, parafraseando a Juan Antonio Giner. Porque «hay que contar lo que ocurre y contarlo bien» y, de paso, evitar volvernos «cinéticos» con tanto cambio. Esta última reflexión, extraída del ensayo La audacia de la esperanza, del presidente Obama, me saca una sonrisa. Cierto es que la velocidad nos puede hacer perder la perspectiva, pero la cultura de la innovación también ha de ejercitarse. Las raíces, cuanto más profundas, más sabias, de acuerdo, pero ello no quita que queramos mejores soluciones salinas para crecer fuertes y sanos. En la medida, en el punto exacto entre pasado y futuro, está el presente. No obstante, no debemos dejar de arriesgarnos. El que no falla, no aprende. Y la tecnología es muy rápida. Si no nos damos cuenta de que cualquiera con un twitter tiene capacidad de influir, aunque no sea un periodista, tal y como apuntó en esa misma jornada Gumersindo Lafuente, algo se nos estará escapando.
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