Como trabajadores/as sociales, somos testigos de la realidad cotidiana de los desafíos personales, sociales y comunitarios. En el 2008 la profesión de trabajo social, desde una perspectiva internacional, definió y consensuó líneas de acción plasmadas en la Agenda Global de Trabajo Social y Desarrollo Social, para el desarrollo de un sistema social más sostenible para el futuro y dar valor a nuestra profesionalidad en todos los niveles de cambio, de justicia social y de aplicación universal de los derechos humanos. El bienestar de la población mundial sufre como consecuencia de las desigualdades sociales y entornos insostenibles, por lo que existe un compromiso de los/as profesionales del trabajo social ante los Objetivos de Desarrollo del Milenio de: fortalecer nuestras alianzas; alinear nuestras actividades, iniciativas y programas de desarrollo sostenible; promover la capacidad comunitaria; prevenir, mitigar y dar respuesta a los desastres y desafíos medioambientales (siendo ejemplo, nuestra estructura coordinada de trabajadores/as sociales colegiados/as en el campo de intervención social en emergencias y desastres); y formar parte de la Alianza Contra la Pobreza plantando cara y luchando de forma conjunta ante el aumento de la pobreza.
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