Partiendo de esa premisa, ayer el Consejo General de la Abogacía acogía en su programa de formación continua, una jornada dedicada a reflexionar sobre la última modificación de la Ley de Consumidores y Usuarios, a propósito de la transposición de la directiva de consumidores, publicada en el año 2011.
La catedrática de derecho civil de la Universidad Europea de Madrid, Gema Botana García, expuso los puntos renovados del texto que a partir de la fecha de publicación en el BOE, el pasado 28 de marzo, supone la nueva protección al consumidor y al usuario desde un punto de vista armónico con el resto de estados miembros.
Conceptualmente, se ha revisado la definición tanto de consumidor/usuario como de empresario. Y también se han reformado los ámbitos de aplicación. Sin embargo, para Gema Botana, esta revisión «no tendrá el impacto esperado hasta que no se modifique el Código Civil y Mercantil».
Tras el repaso de las especificidades del contrato entre empresario-consumidor/usuario, el letrado asesor del ayuntamiento de León, Antonio Fernández Polanco, tomó la palabra para incidir en algunos aspectos tales como la necesaria modificación de leyes a partir de esta revisión, entre las que se encuentra la ley de ordenación de profesiones sanitarias o la ley general de salud pública.
Quizá no nos demos la suficiente cuenta de la relevancia que supone nacer en la sociedad del momento. Se trata de nacer como individuo, pero también como ciudadano, como consumidor, como usuario, etc… Unos carnets de identidad que debemos de portar con nosotros mientras transitemos por ella, puesto que será nuestra manera de sentirnos protegidos ante los numerosos Goliat con los que seguro nos encontraremos.