viernes, 12 de febrero de 2016

La posible convivencia de la jerarquía y la redarquía

Me acerqué al concepto de redarquía gracias a José Cabrera. Lo entendí como opuesto al de jerarquía. No es tanto así como dos tipologías de organización distintas aunque no por ello, distantes. En el caso de la redarquía, se trata de establecer un sistema organizativo acorde con los nuevos tiempos, en los que la colaboración y las redes marcan el paso.

Las estructuras piramidales (jerárquicas) funcionan siempre en una sola dirección, de arriba abajo, siendo muy difícil que algo que comienza abajo llegue arriba sin desvirtuarse. Sin embargo, en las estructuras en red, la información toma el protagonismo y se mueve en cualquier dirección. A medida que se circula, las participaciones aumentan, entre otros motivos, porque no hay niveles superiores ni inferiores.

La gestión es dominio de la jerarquía, mientras que la creatividad de la redarquía. El orden burocrático, tan imprescindible de conocer en muchos casos, está muy vinculado a la jerarquía, mientras que la agilidad y la adaptabilidad a los cambios con la redarquía.

A estos dos tipos de organizaciones, el experto añade uno más: el dual. Aquel en el que conviven ambas estructuras, en el que se ayudan. Se apoya para ello, de los cinco principios básicos de estas organizaciones, enumerados por el autor del libro Acelarar John P. Kotter: Muchos voluntarios del cambio, no solo los de siempre; Una mentalidad de 'llegar a' en lugar de 'tener que hacerlo'; Acción que es impulsada por la cabeza y el corazón; Mucho más liderazgo, y menos gestión; Una asociación inseparable entre la jerarquía y la redarquía.

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