jueves, 22 de julio de 2010
El vaso medio lleno
Si bien parece que por fin se ha taponado la herida petrolífera, BP continúa siendo noticia por su mala praxis, no solo en su ámbito, el petrolero, sino también en otros como la comunicación. Lo ponen en evidencia expertos consultados a partir de la crisis ecológica y su posterior gestión. Sin embargo, por esto de ser mejor ver el vaso medio lleno que medio vacío, y por rizar el rizo y continuar con este ritmo proverbial de autoayuda hay que escribir (aunque solo sea en homenaje a todas las veces que lo hemos escuchado en los dos últimos años) que toda crisis lleva implícita una oportunidad. Y así lo matiza el economista Kenneth Rogoff: tal vez sea un sueño imposible, pero podría ser que la catástrofe producida por el vertido de petróleo de BP en el golfo de México haga de catalizadora final del apoyo a una política medioambiental americana sólida. De ahí a planteamientos sobre los modelos de crecimiento estatales poco sostenibles hay solo un paso. Y además, me apoyo para afirmar lo que acabo de afirmar en el artículo El precio de la dependencia del petróleo, de Julio Barea, responsable de la Campaña Contaminación de Greenpeace, del último número de la revista Profesiones, ya en sus ordenadores…
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