viernes, 16 de julio de 2010

Pensar también es trabajar


Catorce ponentes, quince minutos y diez conceptos que están cambiando el futuro. Thinking Party puede resumirse en estos términos cualitativos, pero nos estaríamos pasando de sintéticos. Ponentes de talla y mucha escucha activa -pocas almas había en la sala sin teléfono u ordenador conectado a alguna red social-. Tengan en cuenta que los que allí acudieron fueron los true believers de la innovación, de las redes sociales como herramienta de desarrollo, de la Red de redes como presente contínuo. ¿Predicaron al converso? Bueno, para los que no acudieron a esta fiesta del pensamiento, la organización ha tenido el detalle de poner a disposición del internauta este enlace a la Mediateca de Telefónica con todas las conferencias. Porque Compartir es una de las ideas-fuerza de la Red.

Lo dijo Tíscar Lara: "La Red se escribe con C = Conversar + Colaborar + Contribuir". Este es un cambio en la forma de pensar y trabajar que no termina de calar entre los escépticos, lo que nos lleva a otra de las ideas que se manejaron en esta jornada: debemos ser realistas con lo que verdaderamente está pasando y no oir campanas sin saber de dónde vienen. Esto lo tradujo magistralmente Genís Roca recordando Second Life y la panacea que estuvo llamada a ser para publicistas e inversores. Prudencia, sí, pero sin perder comba.

Siguendo con las C´s de Lara, Confianza y Comunidad vertebraron muchas de las ponencias de la jornada. También hubo espacio para la crítica, la más acentuada a cargo de Javier Celaya: "Alabamos demasiado las nuevas tecnologías sociales; es muy fácil criticar el pasado, pero criticamos muy poco el futuro". Habló de la de la dependencia que hemos desarrollado a la hora de buscar información, lanzando así a la audiencia una duda razonable sobre la libertad del internauta en relación a las empresas que ordenan y gestionan la información.

Las alternativas profesionales y otras formas de gestión también se dieron cita en la jornada. Andrés Pérez abogó por los "humanos con recursos" antes que por los "recursos humanos". ¿Cómo conseguir que la empresa se convierta en nuestro recurso? Ahí está el reto. Alberto Ortiz de Zárate, por su parte, contribuyó a profundizar en esta idea trayendo a colación el Manifiesto Ágil, donde "a los individuos y su interacción se les pone por encima de los procesos y las herramientas". Y nos encontramos con otra C, en este caso Conexión, previa a Comunidad y para la que hay que educar. En esto incidieron Dolors Reig y Eduard Punset. Educar es prevenir. dijo este último. Mientras, Dolors le quitó tierra al mito de la brecha digital: "La brecha es de participación", y a eso, como a todo lo demás, siempre se puede enseñar. El quid de la cuestión está en saber si estamos dispuestos a aprender.

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