La ingeniería informática está produciendo una trasformación en todos los ámbitos de actividad: individual, familiar, laboral, empresarial, administrativo y social en general. Esta trasformación ha impulsado una actividad creciente del sector de las tecnologías de la información, retroalimentada a su vez por una incesante capacidad de innovación y nuevas formas de servicios y negocios con base informática, especialmente en relación a Internet. Haciendo todo ello del sector de las tecnologías de la información un ámbito estratégico para la actividad económica y la creación de empleo.
Hace unas semanas presentábamos el primer Estudio Nacional sobre la Situación Laboral de los Profesionales del Sector de las Tecnologías de la Información (pdf). Entre sus conclusiones, se constata que se trata de uno de los pocos sectores profesionales en niveles de pleno empleo, con una ocupación media del 94% en el conjunto de todos los niveles de cualificación, llegando a cotas del 96,3% entre los menores de 30 años. Dato este último especialmente relevante cuando en España la tasa de paro juvenil supera el 51%.
La dedicación profesional a la ingeniería informática y todo el ecosistema a su alrededor de lo que se ha dado en llamar “economía digital” es hoy por hoy una garantía de empleo y, por lo tanto, se trata de uno de los yacimientos de empleo clave en España y en conjunto de la Unión Europea. Máxime cuando los últimos estudios muestran una sobredemanda de hasta 1.300.000 empleos hasta 2020 en este ámbito en el conjunto de la Unión Europea..
Por otro lado, y a nivel cualitativo, ha de destacarse que además de la actividad directa en el ámbito técnico de la ingeniería informática, los profesionales de las tecnologías de la información tienen dos trascendentales ventajas y oportunidades frente a otros sectores: En primer lugar que su deformación profesional de flexibilidad y adaptabilidad les da una enorme ventaja competitiva que está hoy en día entre las más valoradas por las empresas. Y en segundo lugar con unas excelentes perspectivas de promoción profesional directiva, no solo en el ámbito de las tecnologías de la información, sino en el ámbito general de las organizaciones, con un contexto adicional de aceleración de la incorporación progresiva de los responsables de informática (CIOs) a los comités de dirección de las organizaciones, que está pasando de ser tendencia y oportunidad competitiva, a ser el escenario habitual.
Finalmente, en relación a esta importancia estratégica de la informática en la estrategia económica general a nivel nacional y europeo, hay que destacar no solo su peso como sector en sí generador de la mayor parte de las iniciativas de emprendimiento y patentes, sino por componente clave de la mayor parte de las innovaciones de las empresas y organizaciones. Es decir la informática es un componente estratégico para la mejora de la productividad y competitividad de las empresas y la economía en su conjunto.
Adicionalmente, es necesario destacar la necesidad de mejorar la alarmante situación de “selva de desregulación” de los productos, actividades y servicios informáticos, especialmente los que usan Internet. Que bajo el “Aceptar, aceptar, aceptar…” está generando importantes amenazas en materia de mal uso, abuso, y vulneración del interés general y la seguridad jurídica de las empresas y organizaciones, y de los derechos fundamentales de las personas.
En este sentido con motivo del Día de Internet, CCII abre el apoyo a la iniciativa “InformatiCALL: Llamamiento a los gobiernos y a la sociedad sobre los productos, actividades y servicios informáticos en la Sociedad de la Información y el Conocimiento” que incide en la urgencia de realizar una evaluación con rigor y profundidad para determinar los casos en que se debe establecer algún tipo de regulación o control para proteger los derechos fundamentales de los ciudadanos, incluyendo a los niños, jóvenes, mayores y otros colectivos especialmente vulnerables, así como las actividades y servicios que la legislación europea establece como de interés general.
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