El
cierre de la jornada de la III Edición del Curso de Inicio Profesional corrió a
cargo de Alejandro Olleta, un emprendedor social que ha fundado Social 21, una empresa que aúna la gestión
y administración de fincas con distintas actividades para los vecinos de las
comunidades de propietarios que contraten sus servicios. Esta idea surgió de su
propia experiencia al tener que bajar a comprar «a los chinos seis huevos
porque no conocía quién era su vecina». Ahí, se dio cuenta que algo estaba
fallando en nuestra sociedad y decidió tratar de recuperar las relaciones que
existían antes entre los vecinos promoviendo actividades para los más pequeños,
cuidado de mascotas, asesoría de profesionales... en definitiva, recobrando la
esencia de las comunidades de vecinos por un lado mejorando las cuotas y por
otro ofreciendo soluciones para resolver las dificultades diarias.
La sesión comenzó con la dinámica del Animómetro, una actividad que sirve para
conocer el nivel de implicación y el estado de ánimo de los participantes. A
través del análisis de las emociones y el estado anímico podremos saber cuál es
el nivel de implicación y la productividad de los integrantes del grupo en el
desarrollo de un proyecto o en una reunión de trabajo.
Taller con A Olleta, casos de éxito en emprendimiento social. Empezamos animómetro e intercambio de ideas #TSemprende pic.twitter.com/6EFD8zXKdn
— CGTrabajoSocial (@cgtrabajosocial) julio 10, 2015
Qué es un empathy map? Aquí un modelo #emprendeUP pic.twitter.com/uf5xjGB508
— Unión Profesional (@UProfesional) julio 10, 2015
Alejandro nos explicó cuáles son algunos de los primeros pasos que hay que seguir para saber si un proyecto
emprendedor puede tener éxito. Uno de ellos, y para él fundamental, es salir a
la calle y preguntar a la gente. Si conocemos las necesidades de nuestros
posibles «clientes» sabremos si nuestra idea puede tener una buena acogida o no.
También nos explicó cómo utilizar un empathy map, una herramienta muy útil para
conectar con nuestro público objetivo. Y sobre todo, nos animó a que si
queremos emprender lo hagamos, que no tengamos miedo a equivocarnos porque «lo
peor que te puede ocurrir es que no te salga y eso ya es algo positivo».
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