![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqeGQ8Z5aKSa30eceILUFeWZprY9wb-Q96GP5Mq3i0vcJ0TZoo2sU_nD3T8_bVUAV-UObXcHbuYxHz6Ja_GlJnZjfv9_RijjNHsQ5n3XCvRMXZtSrU9zebcy4R9P61FrnC8pgQrKSUQPV4/s320/christian_northeast_memoir.jpg)
Aquello con lo que cine y literatura han fantaseado ahora parece poder hacerse realidad gracias a un neurocientífico, el doctor Todd C. Sacktor, y su equipo del SUNY Downstare Medical Center de Brooklyn.
“La memoria no «está» sino que «es», no ocupa un lugar concreto del cerebro sino que se produce cuando una serie de neuronas se agrupan o alían en la vertebración de un recuerdo. Cuando eso ocurre hay cambios físicos, algo así como un fortalecimiento y espesamiento de las células implicadas. La PKMzeta es esencial para garantizar el proceso. Si se inhibe, se pierden recuerdos.”
No obstante, y tal como ocurría en la película mentada, la memoria es caprichosa; funciona como un jersey: si quitas un punto, probablemente te lleves unos cuantos detrás. Nuestro recuerdos se encadenan, no están aislados, de ahí que sea difícil plantear la extracción precisa –quirúrgica-. Y, una vez más, la ciencia vuelve a meter sus piececillos en el apartado metafísico ¿Somos lo que recordamos? ¿El proceso podría ser viable a la inversa? ¿Se podría “desinhibir” la memoria? ¿Quién tendría acceso a la droga, en ese supuesto? Dudas y más dudas.
El tiempo nos dirá...
1 comentario:
ya habia leido al respeto pero esto me complemento! pff que decision :S borrar o no!
saludos ^^
Publicar un comentario