lunes, 10 de mayo de 2010

Una pizca de sentido común

Son muchas las voces que se están alzando últimamente denunciando la crisis institucional a la que estamos asistiendo. Sobre esto habla precisamente hoy Antonio Hernández-Gil en la tribuna de ABC donde comienza diciendo que «no gritamos mueran las instituciones, porque no es época de gritos, pero las estamos matando». Ante esta matanza, se imponen las voces procedentes de la sociedad civil clamando por un respeto hacia las instituciones como vía para una convivencia en paz. Una sociedad civil fuerte y legitimada siempre será beneficiosa para la ciudadanía en tanto en cuanto busca el bien común frente a los intereses de la sociedad política.

Las organizaciones colegiales, entendidas como parte de esa sociedad civil, alzaban su voz hace unos días para defender el interés general frente a la decisión del Gobierno de restringir el visado colegial tan solo a unos determinados trabajos profesionales. Como si el resto de trabajos no requirieran una garantía de seguridad para los ciudadanos... Por mucho que se tergiversen los mensajes, aludiendo a ingresos desorbitantes de los colegios supuestamente gracias a este servicio, la esencia del visado es evidente y son muchos los que así lo creen (y creemos). Para muestra un botón (en este caso, en forma de imagen):


Como ha señalado Carlos Carnicer en más de una ocasión, la recuperación del respeto a la legitimidad institucional es necesaria «para seguir avanzando desde la responsabilidad, la cordura y el sentido común».

2 comentarios:

Carlos dijo...

No hay más que leer los comentarios de los lectores en el artículo de El País que enlazan ustedes para darse cuenta de que el 95% de los arquitectos e ingenieros están en contra del visado obligatorio (y un porcentaje significativo incluso está a favor de la desaparición de los Colegios). Creo que esta opinión mayoritaria -me refiero a la favorable al visado voluntario- debe ser respetada.

He colaborado muchos años con un Colegio y conozco, por tanto, a sus empleados y tengo amigos entre ellos. Comprendo que su situación es hoy muy complicada, pues se arriesgan a perder sus puestos de trabajo. Sin embargo, si en los Colegios Profesionales llegan a producirse despidos, no se puede echar la culpa a nadie más que a sus propios dirigentes. Porque ¿Cuántos años hace que los Colegios saben que el visado terminaría por desaparecer? Prácticamente se sabe desde nuestra incorporación a la Unión Europea (y ya ha llovido) ¿Qué han hecho los Colegios para tratar de darle valor añadido al visado y ofrecer a los profesionales algo más que una mera revisión formal de los trabajos? (el cuento de que el visado da seguridad no cuela). No han hecho nada. Porque a los dirigentes de los Colegios Profesionales no les importa nada más que sus propios privilegios y si ahora vienen mal dadas y tienen que echar a la mitad de la gente a la calle, pues la echan y se quedan tan frescos. Total, a ellos nadie los va a despedir.

Carolina López dijo...

Estimado Carlos, por supuesto que respeto la opinión de aquellos que defienden el visado voluntario. Lo único que digo es que hay que actuar con sentido común, es decir, no se pueden exigir unos visados (por ej. los relativos a la edificación) y otros no (como los relacionados con las infraestructuras) pues en estos últimos también está nuestra seguridad en juego...
Por otro lado, estoy de acuerdo en tu planteamiento sobre el valor añadido. Está claro que los colegios profesionales deberían haber evolucionado. No sé con qué colegio has colaborado pero lo que sí sé es que hay muchos que se han modernizado y están ofreciendo servicios de alto valor añadido más allá de la simple revisión formal.
Respecto a lo que comentas sobre los dirigentes, según tengo entendido, son elegidos democráticamente ¿no? Si es así, no tendría tan claro el que no les fueran a "despedir"...