Luis Caramés, Presidente de la Organización de Economistas de la Educación (OEE), ha señalado sobre la necesidad de este Plan: «La crisis actual ha puesto de manifiesto que los conocimientos financieros de los consumidores han quedado ampliamente superados por la evolución de los mercados financieros. La educación financiera ayudará a que las familias y los individuos ajusten sus decisiones de inversión y de consumo de productos financieros a su perfil de riesgo, a sus necesidades y a sus expectativas, puesto que la complejidad de los nuevos productos, la competencia entre entidades como consecuencia de la globalización, la transferencia de riesgos hacia los individuos y las familias, entre otras causas, contribuyen a que los ciudadanos, de un modo u otro, sea cual sea su nivel de renta, de educación y el estrato social o laboral al que pertenezcan, se vean obligados a asumir responsabilidades en relación con su presente y futuro financiero, tanto en la toma de decisiones, como en la gestión de los riesgos asociados».
jueves, 26 de febrero de 2009
"Es la economía, estúpido"
Ya lo decía el presidente Clinton, «¡Es la economía, estúpido!». Ahora le toca al ciudadano español aplicarse el cuento, un lema destinado a calar a golpe de titulares y publicidad levemente inspirada por la crisis. Pero no sufran, para aquellos que crean que el Dow Jones es el nombre del último garito de moda todavía hay esperanza. El Consejo General de Colegios de Economistas se ha comprometido a poner en marcha el llamado Plan de Educación Financiera, haciendo caso de las recomendaciones de la Unión Europea y del Consejo de la OCDE. Este Plan responde a la incógnita sobre cómo impulsar la cultura financiera del ciudadano con propuestas de planes de estudio de economía, tanto en la educación secundaria como en la universitaria; a esto se le añade la elaboración de material didáctico, formación de profesores, publicaciones y seminarios, en temas tales como: seguros, créditos, ahorro, jubilación, productos de inversión y prevención de fraudes.
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1 comentario:
Muy buena iniciativa. Todo lo que adquirir nuevos conocimientos o afianzar los que uno tiene me parece positivo.
Me ha resultado curiosa la expresión que utiliza el Presidente de la OEE cuando se refiere a las personas, pues habla de ellos como consumidores. Conozco casos de personas que tienen su dinero en casa por temor a la situación actual. A ellos no podemos llamarlos consumidores –en este caso- sin embargo, un mayor conocimiento económico y financiero podría llevarlos a serlo y con ello aliviar la situación actual. También es cierto que el consumidor de apellido Botín ha demostrado no tener unos conocimientos amplios sobre determinados productos que ha distribuido a sus clientes. Quizá sí tenía los conocimientos pero no evaluó bien el riesgo, lo que me lleva a que esos conocimientos no eran suficientes. Podía enumerar otra serie de personas de responsabilidad en temas económicos repartidos por todo el planeta que, sinceramente, han demostrado no tener una cultura financiera adecuada a los avatares de estas fechas.
Es muy posible que esta iniciativa consiga que personas con escasos conocimientos, los amplíen y tomen decisiones con una base más sólida. Ahora, esto no garantiza que acierten en sus decisiones, al igual que un mayor o menor conocimiento no les hace más o menos responsables de sus decisiones financieras.
Un saludo.
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