El sábado pasado alguien experto en motor intentaba explicarme qué era en un automóvil el cigüeñal. Mi ignorancia en este ámbito ha hecho que no acabara de entenderlo hasta hoy miércoles y con ayuda de Punset. Se trata de un eje que provoca movimiento circular en algo que por defecto debería sostener un movimiento rectilíneo. El quid es precisamente ese, la necesidad de movimiento para que algo (o alguien) evolucione. Esta mañana, en el Foro de Nueva Economía, Eduard Punset lo ha dejado claro: «la ciencia nos está demostrando que tienes que moverte. Si paras NO se producen neuronas. Las neuronas tienen que ver con el movimiento». Eso es lo que los colegios profesionales llevan haciendo desde hace años: moverse. Moverse para avanzar y, si fuera necesario cambiar desde la rectitud a la flexibilidad, pues se hace, siempre y cuando el resultado sea el mismo: la evolución. Por esto, el científico de Redes aconsejaba a la sociedad española en estos momentos, tres nuevas competencias: focalizar la atención en una sola cosa, fomentar el trabajo en equipo y desburocratizar la comunidad científica para que se integre mejor en el sector industrial.
Además, ante el colapso provocado por la imposición de la universalización de los servicios, ofrece una solución clara como el agua: invertir en mantenimiento y prevención. Preguntémonos si las profesiones, en estos momentos, seguimos estas líneas, ya sean rectas o circulares.
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