Con todo este lío de la nube volcánica y la prevención por parte de la aviación europea de cerrar los espacios aéreos ante posibles accidentes debido a las cenizas en suspensión, me viene a la cabeza ese dicho incluido en el título de este post. Pero es que hay más que rascar… Resulta que cada vez que me han sugerido este dicho hay un profesional detrás, por ejemplo en esta ocasión, los que hacen posible que un avión lleve a cabo su tarea, los aeronáuticos, quienes han creído muy oportunas estas medidas, aún a riesgo de protesta de las compañías aéreas y de los ciudadanos. Y es que prevenir antes que lamentar. Lo aconsejan también, otra vez en previsión de salvaguarda de las personas, los geólogos, en cuyo blog Riesgos Naturales no dejan de recomendar que prevenir ciertos riesgos con, por ejemplo, la elaboración de una cartografía adecuada, evitaría que dejen de parecer riesgos para convertirse en catástrofes.
Y es que prevenir antes que lamentar. Lo dicen los médicos, los ingenieros, los geólogos, etc… En estos tiempos en los que se ponen en duda algunas de sus herramientas, no hemos de llegar a poner en duda el objetivo final: la seguridad de las personas.
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