miércoles, 19 de enero de 2011

Momentos químicos


Química hubo, y mucha. Ocurrío en la Residencia de Estudiantes como preinauguración del Año Internacional de la Química. Una mesa redonda organizada por la Asociación Nacional de Químicos de España (ANQUE) donde se dieron cita diez mujeres para celebrar el papel, pionero y primordial, de Marie Curie en la química. También se habló de discriminación, de techos de cristal y de elecciones trascendentales. El debate se tiñó de género, pero no solo.

Carmen Acebal
, vicerrectora de Investigación y Política Científica en la Complutense, habló de los problemas de financiación para retener el talento y propuso la creación de una carrera investigadora para la profesionalización del personal investigador. Elena Domínguez, profesora en la Universidad de Alcalá de Henares y presidenta de la Sociedad Española de Química Analítica, puso sobre la mesa el reto de la percepción social, tanto del profesional como de la química en general: "La gente percibe la química como sinónimo de peligro. Pero, lo que no se dice es que, si el problema es químico, la solución también".

Pilar Goya
, directora del Instituto de Quimica Médica del CSIC, inspiró a muchos de los presentes al hablar de la síntesis química como creatividad. "El químico puede manipular, mejorar y crear", matizó. Pilar Martí, presidenta de la Plataforma Tecnológica de Química Sostenible, también se centró en la problemática de la retención de talento, pero desde la perspectiva privada. Otro de los temas que abordó fue el de la seguridad y sugirió una iniciativa como el REACH para otros sectores científicos con riesgo contaminante.

El punto hedonista-gastronómico lo puso María Isabel Mijares, enóloga comprometida con la química, la salud y el placer, que habló de la importancia de iniciativas como el Proyecto Alicia. Margarita Salas, química de renombre y responsable de la patente más exitosa de la ciencia española, comentó que en esta profesión siempre ha habido mujeres (un 30% de licenciadas en los años sesenta), pero que el problema de la visibilidad radica, quizás, en su promoción para acceder a puestos de directivos. Mª Carmen Cartagena, coordinadora de las Olimpiadas de Química, y Carmen Vela, presidenta de la Sociedad Española de Biotecnolgía, recordaron que hay que alimentar las vocaciones tempranas y María Vallet, catedrática de Química Inorgánica, pidió un compromiso por la imbricación de la química en otras ramas, afirmando que, aunque "la química no es el centro, si está en todas partes".

Por último, Rosa Menéndez, profesora de Investigación en el Instituto Nacional del Carbón, dijo sentirse muy cómoda en un terreno, el de la energía, tradicionalmente masculino, un tema, el del apoyo masculino, que las compañeras de mesa discutieron desde la experiencia personal, pero también desde el análisis de datos. El resultado se cae por su propio peso: cuando un grupo social cobra menos que otro por hacer el mismo trabajo es que todavía sigue existiendo una diferencia abismal más allá del simbolismo. Queda mucho trabajo por delante, sí, pero Marie Curie estaría orgullosa de este presente. Y de lo que queda por llegar.

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