El motivo fue la presentación de su libro, ¡Indignaos!, «un alegato contra la indiferencia y a favor de la insurrección pacífica». Vendidos en Francia hasta un millón y medio de ejemplares, este opúsculo cuenta con un reconocido prologolista, José L. Sampedro, autor coetáneo de Hessel, y presente en el acto, donde destacó la intención de esta publicación: «Se trata de no sucumbir. Estamos asistiendo a la crisis de una civilización y debemos reaccionar. El poder económico gobierna Europa y debemos reeducarnos, darnos cuenta de que la libertad de pensamiento es más importante que la de expresión».
Hessel justifica por qué el motivo de la resistencia es la indignación, ofrece dos visiones distintas de la historia reciente, considera a la indiferencia como la peor actitud y, tras volver la vista al mundo árabe, concretamente a Palestina, presenta la no violencia como el camino que debemos aprender a seguir. Indignación sí, insurrección también, pero siempre, pacífica.
Ante una Unión Europea, según el autor, «pusilánime», quien en su día contribuyó a considerar la dignidad intrínseca y los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana, invita también a los españoles, a indignarse: «La España rebelde y valiente de siempre puede favorecer este impulso hacia una Europa cultural y fraternal». Una Europa en la que seguro cabemos todos y todos tenemos un quehacer digno y responsable.
1 comentario:
¿Por qué economistas como Sampedro salen a base de mucho esfuerzo y después de acertar permanentemente y otros son más famosos con menos mérito y errando a menudo?
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