lunes, 1 de febrero de 2010

Precariedad en la Universidad


¿Un cambio de financiación o una financiación para el cambio? Ese es el título de la Tribuna firmada por Juan A. Vázquez, ex presidente de la CRUE, publicada el pasado lunes en El País. En ella quien la firma asegura que "todo sistema de financiación ha de responder a los objetivos de suficiencia, eficiencia y equidad", una triada estructural que no parece cumplir enteramente la nueva propuesta de financiación universitaria. Vázquez habla de "confianza", la que los ciudadanos parecen haber perdido en el sector investigador por falta de políticas innovadoras. Confianza e innovación, los dos pilares en permanente work in progress estos últimos meses. Pero, ¿quiénes serán los ejecutores? Aboguemos por el profesorado para "hacer de la nueva financiación un instrumento de corrección de flagrantes desequilibrios entre áreas y dedicaciones, para promover más audaces políticas de movilidad, contrataciones y captación de jóvenes o para modificar una maraña de complementos que han perdido su funcionalidad". ¿Qué hacer con la filosofía de "coste cero" con la que, se supone, ha de instaurarse el Plan Bolonia? Gutiérrez Solana, actual presidente de la CRUE, ya lo recordó a principios de curso: “No existe adaptación a coste cero”. Para que el Plan Bolonia sea posible y rentable a nivel social requiere de una inversión en formación del profesorado e infraestructuras. Porque, cuando lo que se plantea es un cambio estructural, la necesidad de un Modelo de Financiación Universitaria se convierte en una prioridad.

Actualización: Entrevista mantenida con Laureano González, coordinador de Evaluación de Enseñanzas y Titulaciones de ANECA sobre el Espacio Europeo de Educación Superior y el Marco Español de Cualificaciones en Canal Profesiones.

1 comentario:

Carlos dijo...

Me resulta fascinante el que alguien pueda creer que se pueden hacer modificaciones en algún sistema a "coste cero"... A esto es precisamente muy dado del Gobierno que propone, por ejemplo, a los colegios profesionales la implantación de la ventanilla única sin tener en cuenta que ello conlleva un coste y preveer subvenciones para ello. Es muy fácil proponer (o imponer) "modernizaciones" sin dar ni un duro y haciendo que las distintas organizaciones implicadas corran con todos los costes (que suelen ser bastantes).