En los últimos dos días, he asistido al curso sobre subvenciones y líneas financieras que organizó Unión Profesional y que impartieron Alberto Martín y Álvaro Martínez, de Subvenciona. Creo que no me confundo si digo que para los que nos apuntamos, se nos abrió un mundo nuevo, un nuevo terreno a explorar y en el que los colegios profesionales no habíamos puesto nuestra atención, ni mucho menos, nuestra intención. Sin embargo, los tiempos (y las leyes) cambian y los colegios deben hacerlo también. De ahí, la oportunidad temporal y espacial para dedicar atención e intención a lo que allí nos contaron. Como entidades sin ánimo de lucro y también como órganos intermedios, tenemos posibilidades varias de acogernos a las ayudas que la Administración Pública promueve en forma de subvención y que en muchos casos, puede sacarnos del apuro de poner en marcha un proyecto ya sea de formación, tecnológico, internacional, etc. Otra opción: las líneas financieras. Aquello que tanto oímos desde que habitó entre nosotros la crisis, aquello que cada consejo de ministros, María Teresa Fernández de la Vega recuerda que existe. Cuando digo ‘aquello’, me estoy refiriendo a las líneas ICO. Esas también fueron motivo de formación para los alumnos que asistimos, todos pertenecientes a colegios y consejos profesionales.
En resumen y reproduciendo las propias palabras de Álvaro Martínez en formato recomendación: «necesitáis tener la mente abierta». Existen entonces, otras soluciones para la financiación de nuestras instituciones. Y ellos nos mostraron como. El cuando, nos corresponde solamente a nosotros.
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