miércoles, 26 de noviembre de 2008

La importancia de ser 10

Llevo un tiempo observando cuán importante es el número 10. Años y años enlazando el éxito con el número 1 y ahora parece que sobre todo cuando hablamos de grupo, el 10 es el número mágico. El número diez lo tiene prácticamente todo: es la base del sistema decimal; es considerado como señal de perfección, y si no que se lo digan a Bo Derek; en minutos es el tiempo preciso para tomarse un descanso: sea la hora que sea, «vuelvo en diez minutos»; las décadas son casi siempre bien recordadas y hasta hubo una «prodigiosa»… y por si esto no fuera suficiente, el 10 es para los estudiantes la puntuación más cercana a la concesión de la siempre añorada matrícula de honor. Además, no hay ningún número que posea un término para significar el propio grupo, el diez sí lo tiene: decálogo. Cualquier manifiesto que se precie debe resumirse en 10 puntos clave, 10 reglas a las que adherirse con conocimiento de causa, 10 mandamientos que cumplir.


Dentro de nuestro ámbito, el de las profesiones, tal vez no tenga tanto sentido el número de recomendaciones para conseguir el buen ejercicio del profesional sino y sobre todo el contenido de tales. Precisamente en nuestro sector, es posible que no baste con conseguir proveer a la profesión de un decálogo. A lo mejor debemos proveerla de todo un código deontológico, como tienen miembros de Unión Profesional, este es el caso por ejemplo de los psicólogos.

Añado el apunte de Carol sobre el artículo de Rafael Pellicer en Profesiones 115.

1 comentario:

Carolina López dijo...

Hace ya algún tiempo que las diferentes profesiones colegiadas trabajan precisamente en este tema de los códigos deontológicos, tanto en el ámbito nacional como europeo, pero sin duda ahora tendrán una mayor trascendencia ya que la directiva de servicios así lo exige. Concretamente, dicha directiva, que actualmente se encuentra en fase de transposición a nuestro ordenamiento, contempla que los colegios profesionales deben desarrollar programas y políticas de control de calidad de la prestación profesional e incentivar los servicios de conciliación previa para la resolución de conflictos, a través de los códigos de conducta, armonizados a nivel europeo. Así lo explica Rafael Pellicer, asesor jurídico de UP, en su artículo de la revista Profesiones nº115: http://www.profesiones.org/var/plain/storage/original/application/72b4955ccbb663ae528a2398c275afda.pdf