De ahí que incluso haya llegado a ser motivo de estudio. El más reciente, conducido por la organización sin ánimo de lucro GfK Verein, donde enfermeras, farmacéuticos, profesores, médicos o psicólogos ocupan los primeros puestos, tras una encuesta llevada a cabo en 25 países diferentes. No mucho más abajo se encuentran los arquitectos y los ingenieros, que también forman parte de las treinta profesiones «con las cuales la gente, directa o indirectamente entabla relaciones en su vida diaria».
Puede que al otro lado del puente, a la otra punta de la confianza, viva el control junto con la obsesión por regular, un matrimonio bien avenido cuyos hijos no tienen por qué seguir sus pasos, y así, podrían confiar por sí solos en el equilibrio, otro ‘metavalor’ a tener en cuenta sobre todo si de lo que se trata es de construir un futuro distinto y distante de lo políticamente (in)correcto.
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