¿Cómo uso las redes sociales en mi día a día? Primero de todo, el uso de todos nuestros medios sociales es profesional. En mis perfiles destaco actividades del Consejo General del Trabajo Social, desde mi punto de vista. Me posiciono y opino sobre temas de actualidad que están relacionados con las líneas de actuación del trabajo social. Por regla general, siempre me posiciono de acuerdo a la línea del Consejo, porque mi opinión y las que tomamos en la Junta de Gobierno e incluso en la Asamblea de Colegios, suelen ser coincidentes. Pero si no fuera así, dejo muy claro que es una opinión personal.
Mis perfiles están enfocados como complementarios a los perfiles del Consejo; son complementarios y van en paralelo. Estar en medios sociales contribuye a la visibilización del Consejo General, que en muchas ocasiones no solo está lejano a la ciudadanía, sino también a los colegiados, que como mucho, conocen su colegio pero no entienden bien cuáles son las funciones y las acciones del Consejo. Así, a través de las redes sociales, nos damos a conocer a los colegiados. Por otra parte, estando presente en los medios sociales, tengo un feedback directo con el sentir de mis seguidores. Aunque no es el canal oficial para expresar dudas y tanto yo como el Consejo les remitimos a presentar las cuestiones por escrito, la escucha me permite saber de primera mano los posibles problemas y quejas y actuar con rapidez.
Por otra parte, como aspecto negativo, a veces me hacen preguntas personales a través de mensajes privados por Facebook. Son dudas como si fuera consultora, asesora -cómo buscar trabajo, si les puedo recomendar a un ponente, que pienso sobre determinado asunto, etc-. Muchas veces me ponen en un brete. A menudo son cuestiones que no puedo responder con rapidez, para las cuales debo documentarme y meditar. Para ello necesito un tiempo del que no dispongo. Esto puede ser negativo, porque la gente puede pensar que no contesto porque no me importa lo que me preguntan, y no es así. En alguna ocasión, si es algo más institucional, remito la duda al Consejo.
Finalmente, el tener presencia en los medios sociales me lleva a exponerme a las críticas. Estoy abierta a ellas, porque de todos se aprende. Pero en ocasiones las críticas llegan de lo que se me conoce como un troll. En esta situación, hay que actuar siguiendo una lógica. En mi caso, cuando he sufrido este tipo de ataques indiscriminados, sin fundamentar y, lo más importante, falsos, he optado por obviarlos y actuar de forma conjunta con el Consejo, a través de sus perfiles 2.0.
Ana Isabel Lima,
Presidenta del Consejo General del Trabajo Social
Facebook / Twitter / Linkedin
Blog personal: Al abrigo de la dignidad.
Mis perfiles están enfocados como complementarios a los perfiles del Consejo; son complementarios y van en paralelo. Estar en medios sociales contribuye a la visibilización del Consejo General, que en muchas ocasiones no solo está lejano a la ciudadanía, sino también a los colegiados, que como mucho, conocen su colegio pero no entienden bien cuáles son las funciones y las acciones del Consejo. Así, a través de las redes sociales, nos damos a conocer a los colegiados. Por otra parte, estando presente en los medios sociales, tengo un feedback directo con el sentir de mis seguidores. Aunque no es el canal oficial para expresar dudas y tanto yo como el Consejo les remitimos a presentar las cuestiones por escrito, la escucha me permite saber de primera mano los posibles problemas y quejas y actuar con rapidez.
Por otra parte, como aspecto negativo, a veces me hacen preguntas personales a través de mensajes privados por Facebook. Son dudas como si fuera consultora, asesora -cómo buscar trabajo, si les puedo recomendar a un ponente, que pienso sobre determinado asunto, etc-. Muchas veces me ponen en un brete. A menudo son cuestiones que no puedo responder con rapidez, para las cuales debo documentarme y meditar. Para ello necesito un tiempo del que no dispongo. Esto puede ser negativo, porque la gente puede pensar que no contesto porque no me importa lo que me preguntan, y no es así. En alguna ocasión, si es algo más institucional, remito la duda al Consejo.
Finalmente, el tener presencia en los medios sociales me lleva a exponerme a las críticas. Estoy abierta a ellas, porque de todos se aprende. Pero en ocasiones las críticas llegan de lo que se me conoce como un troll. En esta situación, hay que actuar siguiendo una lógica. En mi caso, cuando he sufrido este tipo de ataques indiscriminados, sin fundamentar y, lo más importante, falsos, he optado por obviarlos y actuar de forma conjunta con el Consejo, a través de sus perfiles 2.0.
Ana Isabel Lima,
Presidenta del Consejo General del Trabajo Social
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