Bolonia, Bologna en italiano, es una de las ciudades históricas mejor conservadas y tiene, después de Venecia, el casco antiguo medieval más grande de nuestro continente.
A pesar de este dato histórico-artístico, en España, desde hace un tiempo para los estudiantes universitarios el nombre de esta ciudad es sinónimo de manifestaciones, encierros y cargas policiales. Los futuros profesionales no parecen entender un proceso que se inició con la Declaración de Bolonia en 1999, firmada por los entonces ministros de Educación de la Unión Europea para conseguir la incorporación conjunta del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES).
A punto de cumplir una década de proceso, lo que parece más claro es que la Universidad española debe acometer, según sus capos, una reforma profunda y sin complejos. Me sorprende la manera de utilizar una palabra como reforma en lugar de otra mucho más impactante y mediática: revolución. Reformar, según la Real Academia Española, supone volver a formar, rehacer. Mientras que revolucionar, es también inquietar o enredar. Quizá la aclaración de conceptos sea para los estudiantes universitarios necesaria en su por el momento enredado presente y posible inquietante futuro.
Añado del comentario de Carol, su apunte sobre el artículo de El País.
2 comentarios:
No le enseñes dos aspectos de una misma cuestión, para preocuparle; enséñale sólo uno. Mejor aún, no le des ninguno. Haz que olvide que existe una cosallamada guerra. Si el Gobierno es poco eficiente, excesivamente intelectual o aficionado a aumentar los impuestos, mejor es que sea todo eso que no que la gente se preocupe por ello. Tranquilidad, Montag.
Dale a la gente concursos que puedan ganar recordando la letra de las canciones más populares, o los nombres de las capitales de Estado, o cuánto maíz produjo lowa el año pasado. Atibórralos de datos no combustibles, lánzales encima tantos «hechos» que se sientan abrumados, pero totalmente al día en cuanto a información. Entonces, tendrán la sensación de que piensan, tendrán la impresión de que se mueven sin moverse. Y serán felices, porque los hechos de esta naturaleza no cambian.
Ray Bradbury en Farenheit 451
Justo ayer, martes, publicaba un artículo El País en referencia al Proceso de Bolonia y las quejas que han surgido, están surgiendo y surgirán en torno al cambio que provoca. Como dejaba claro el artículo, estas críticas no van dirigidas únicamente a dicho proceso, sino en general a las modificaciones que el Gobierno ha aprovechado para incluir en el modelo universitario. Necesaria o no, toda reforma provoca inquietud. No obstante, la falta de concreción de lo que realmente implica esta adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior ha llevado a utilizar 'Bolonia' como excusa para lanzar críticas sobre todo lo que está pasando en la universidad. Pero 'Bolonia' a lo mejor tampoco tiene toda la culpa ¿no?
El artículo de El País al que me refiero se titula: En el nombre de 'Bolonia': http://www.elpais.com/articulo/sociedad/nombre/Bolonia/elpepisoc/20081125elpepisoc_1/Tes
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