Daniel Goleman, padre del concepto de inteligencia emocional en el mundo empresarial, da un paso más y publica un libro dedicado a la inteligencia ecológica. ¿Por qué? «Porque el conocimiento del efecto de lo que adquirimos, fabricamos o vendemos nos ayudará a tomar decisiones más acordes con nuestros valores y así influir positivamente en nuestro futuro y en el planeta».Esta conciencia a favor del medio ambiente que parece haber inundado muchas esferas profesionales, tal y como pudimos comprobar en el encuentro que Unión Profesional organizó el pasado CONAMA, ha favorecido la aparición de una nueva generación de arquitectos e ingenieros con visiones renovadas para construir de manera sostenible. A ellos está dedicada la duodécima edición de la Feria Internacional de Energía y Medio Ambiente GENERA que se celebra durante estos días en Madrid. Términos tan atractivos como ecoladrillo o vivienda verde, forman parte de toda una arquitectura inteligentemente ecológica, que debería estar al alcance de todos y así, como apunta Goleman «tres son las claves para el fomento de la inteligencia ecológica: conoce tus impactos, alienta las mejoras y comparte lo que aprendas». Dicho y ¿hecho?
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