“Nuestro sistema de pensiones no está en crisis, tiene una buena salud, es equilibrado, in mejorable [y las prestaciones] están garantizadas ahora y en el futuro”.
Algunos han visto intencionadas palabras de tranquilidad para la población por parte de Celestino Corbacho, ministro de Trabajo; otros han preferido tomar su discurso ante la Comisión del Pacto de Toledo en el Congreso de los Diputados como una respuesta al gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez.
Por lo pronto, el ministro asegura que, “en el peor de los casos”, la Seguridad Social terminará con superávit el 2009. Si la cosa se pusiera dramática de verdad, nos quedaría el Fondo de Reserva para pagar las pensiones. No obstante, en una perspectiva a medio/largo plazo, parece que la pirámide poblacional se da de bruces contra el actual sistema de pensiones, razón por la cual Corbacho está meditando tanto reformas –aumentar la edad de jubilación, por ejemplo - como incentivos para favorecer la natalidad.
El Economista, por su parte, ha aprovechado la coyuntura para hacer un repaso comparativo entre el sistema español y los sistemas de pensiones de Francia, Alemania, Reino Unido e Italia. El envejecimiento de la población cuestiona la Seguridad Social , pero las soluciones de nuestros vecinos tampoco parecen ser suficientes.
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